Importancia de la Bioética
Título de Profesora de Biología
El desarrollo del conocimiento humano y sus aplicaciones han llevado a la necesidad de establecer distintos conjuntos de normas y códigos, destinados a velar por un comportamiento correcto, tanto en términos morales como legales, es decir, éticos, hacia la intervención de las personas sobre la naturaleza y sobre sí mismas. A este tipo específico de procederes, generados a través de la filosofía y destinados a garantizar la vida, se les conoce como conducta bioética.
En este sentido, la bioética ha sido fundamentada para la valoración y salvaguarda de la vida, de allí que la importancia de la bioética recaiga sobre todas las profesiones dirigidas a la salud y la vida, por ende, las investigaciones en cuanto a ciencia y tecnología destinadas al área médica y veterinaria han de regirse también bajo minuciosos protocolos bioéticos basados en las cuatro premisas fundamentales de la bioética.
Lo primero de lo que se encarga la bioética es de direccionar toda acción médica, científica, investigativa y hasta tecnológica hacia la beneficencia, por ende, la mayor importancia de la bioética es la de hacer prevalecer el bienestar de los pacientes, en el caso de la medicina y la veterinaria, y del desarrollo de las investigaciones en pro de los beneficios que puedan brindar para vida.
De lo anterior emerge la necesidad de dejar en claro que toda praxis ha de garantizar la no maleficencia en su proceder, con esto se infiere que el propósito directo de toda obra por parte de los científicos, médicos y demás profesionales en general, es el de no atentar contra la vida.
En tercera pauta, la bioética establece el derecho de autonomía que las personas tienen en cuanto a la toma de decisiones sobre su propio cuerpo, salud y vida. Este derecho humano inalienable otorga la potestad a cada persona de aceptar o rechazar cualquier tipo de diagnóstico, así como de tratamiento e inclusive intervención, pudiendo dirigirse hacia la búsqueda por sí mismo de las opiniones y respuestas profesionales que se considere más asertivos o viables para sí.
Por cuarta premisa, pero no menos importante, se tiene el sentido de justicia que la bioética busca regir sobre cada causa, confiriéndose automáticamente a través de ésta la garantía de todos los derechos legales y morales por igual.
Más allá de la salud
La importancia de la bioética está trascendiendo más allá de las barreras existentes entre las profesiones, precisamente porque permite la generación de normas orientadas hacia el respeto y la preservación de la vida, considerando a su vez que esta cualidad no sólo le pertenece a los humanos, por lo que cada día son más las líneas de investigación científica que incorporan el desarrollo de protocolos bioéticos entre sus políticas de trabajo.
Esta misma consideración podría hacerse con respecto a las empresas, desde las más pequeñas y artesanales, hasta las grandes corporaciones trasnacionales, pudiendo llegar a velar por el establecimiento de pautas que normen las acciones y consecuencias que cualquier empresa puedan tener tanto hacia su propio personal, como hacia el resto de las personas y el ambiente, convirtiéndose así en la premisa de la humanidad de ahora en adelante, para lograr revertir las consecuencias del impacto que hemos producido sobre los demás seres vivos y la perturbación de toda la naturaleza en el planeta.
Educación ante todo
Aún queda mucha tela por cortar en cuanto a la adopción de la importancia de la bioética como herramienta filosófica de base, por parte de la mayoría de las profesiones, ya que la salvaguarda de la vida es un deber que nos compete a todos los humanos, en especial cuando se trata sobre las consecuencias que nuestro comportamiento y desarrollo han tenido por encima de todas las demás especies.
Incorporar dentro de los programas educativos en todos sus niveles, el valor y la creación de protocolos propios fundamentados en los principios de la bioética, podrá ayudar a formar personas cada vez más conscientes sobre su impacto en la naturaleza, así como la responsabilidad que tienen sobre su propia vida y la de los demás, permitiéndoles la toma de decisiones más justas, benévolas, autónomas y que no atenten contra la existencia de los demás seres vivos.
Semejante aspiración pudiese sonar utópica, sin embargo, a grandes escalas, las transformaciones que se están logrando para revertir el cambio climático, están ancladas precisamente sobre sólidos protocolos bioéticos, demostrando que las buenas intenciones efectivamente son capaces de aportar grandes soluciones, cuando se dirige la mirada hacia lo que la bioética nos puede enseñar sobre cómo hacer las cosas y nos dejamos guiar por ella.
Trabajo publicado en: Jun., 2013.
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