Importancia del Fuego

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

El descubrimiento sobre cómo crear y dominar el fuego marcó un contundente antes y un después en la historia de la evolución de la especie humana, ya que a través de la manipulación de este fundamental elemento, nuestros más primitivos ancestros lograron:

1) explorar la naturaleza de los materiales y recursos que les rodeaban;

2) desarrollar las primeras nociones sobre las propiedades físicas y químicas de los elementos disponibles;

3) generar los primeros inventos tecnológicos que les permitieron la creación de herramientas y materiales utilitarios;

4) la invención de la cerámica a partir del fundido y vitrificación de las arcillas;

5) la incorporación de cada vez más alimentos a la dieta por medio de su cocción, surgiendo con ello las primeras nociones de cocina y de farmacéutica, con la invención de pócimas, brebajes y extractos, que hicieron posible el descubrimiento de las propiedades medicinales más complejas de las plantas;

6) la transformación de los modelos de desarrollo de sus comunidades y asentamientos, al permitirse resguardarse por fuera de las cavernas, gracias a la protección que el fuego les brindara durante las experiencias nómadas.

Mirando hasta alcanzar a los tiempos más modernos, el fuego acompaña, de una u otra manera, cada uno de nuestros procesos cotidianos, comenzando con los radiantes rayos del sol que cuyo ardiente fuego ha sido la más espléndida fuente de energía primaria que hiciera posible la existencia y mantenimiento de la vida sobre el planeta. Sin las dinámicas calóricas y lumínicas que la Tierra ha desarrollado en función a las emisiones solares, no existiría siquiera una atmósfera que la envolviera para retener el tan indispensable oxígeno, tampoco serían posibles los vitales ciclos biogeoquímicos, ni el mantenimiento de una relativa estabilidad climática global.

Resurgir entre las cenizas

Como parte sustancial de estos fenómenos, el fuego representa un recurso indispensable para la recuperación de nutrientes, siendo mediante la combustión de la materia orgánica que los ciclos biogeoquímicos logran reincorporar con mayor facilidad y rapidez elementos básicos como carbono, silicio, magnesio, calcio y fósforo entre los más relevantes que garantizan la continuidad del ciclo de la vida, por ende, los incendios forestales, pese a los múltiples perjuicios que representan a nivel ambiental y ecosistémico desde la perspectiva humana, también son eventos necesarios para el reestablecimiento del equilibrio de los biomas, como muestra de ello, basta con tan solo observar la rapidez con la cual se recupera la vegetación, entre las cenizas de sus predecesores que ardientemente fueron convertidos en una vital fuente de ricos nutrientes ahora a la disposición de las especies animales que progresivamente recuperan sus espacios y se readaptan a su nuevo orden, como parte de las dinámicas que han propiciado a muchos de los procesos evolutivos, lo cual deja en evidencia que pese a la inclemencia de sus llamas y la variabilidad de su comportamiento según la dirección e intensidad de los vientos, el fuego ha sostenido una relación trascendental con la vida sobre el planeta, siempre y cuando su origen sea netamente natural y no propiciado inescrupulosamente por injerencia humana.

La observación de esta vital dinámica por parte de las culturas más antiguas, habría llevado hacia su adopción como estrategia principal dentro de las prácticas agrícolas ancestrales, debido a que permite la rápida deforestación de las tierras aprovechables para el desarrollo de cultivos específicos, así como para el mantenimiento de la calidad de los suelos, conocimiento que había mantenido su uso a lo largo de milenios, pero que en las últimas décadas ha estado siendo erradicado en función de las graves consecuencias que su implementación extendida representa y en aras del desarrollo de prácticas agrícolas cada vez más sustentables.

De los rituales a la iluminación

Conocer el potencial energético del fuego y la vulnerabilidad que los diversos elementos químicos presentan ante él, así como el modo en el cual bajo su influencia van cambiando sus propiedades fisicoquímicas, hizo posible tanto el desarrollo de la alquimia como su transmutación hacia las ciencias exactas, marcando una contundente pauta en el desarrollo de la historia y transformando radicalmente el destino de una humanidad que tras unos 5.000 años de experimentación con el cobre, el bronce y el hierro, hasta apenas un milenio antes del inicio de la era cristiana, condujeron hacia la creación de una vasta gama de implementos que van desde los más útiles como herramientas, vasijas y cubiertos, hasta las más minuciosas piezas ornamentales que marcaron los inicios de la joyería.

Este tan enriquecedor período de las eras de los metales, forjó a su vez una indivisible cadena de dependencia humana, tanto hacia el aprovechamiento de la energía que nos provee el fuego para el desarrollo de la tecnología, como del uso de los metales para la materialización de casi cualquier objeto que nos acompaña, tal y como lo demuestra la ya muy avanzada industria metalúrgica, a lo que se suma el sector vidriero y hasta el propio rubro petroquímico y gasífero, pasando por las más diminutas chispas que encienden el proceso de combustión gracias al cual pueden funcionar los motores que mueven a la mayoría de los medios de transportes existentes en el mundo, hasta las grandes llamaradas necesarias para propulsar a los cohetes que por múltiples propósitos se envían al espacio.

Desarrollo humano a altas temperaturas

A demás de su calor, el fuego también nos proporciona una fuente de energía lumínica, tomando un vital significado entre la penumbra que limitaba el aprovechamiento de las horas más oscuras, haciendo posible, desde el avance de la navegación mediante el uso de faros que permitieron la visibilización de las costas a distancia, hasta la llegada de la inspiradora musa nocturna que bajo el resplandor de lámparas y velas iluminó, manos, mentes e instrumentos de quienes nos dejaron un legado invaluable de registros históricos, novelas, poesías, pinturas, esculturas y hasta fascinantes fotografías.

Esta correlación existente entre el fuego y la creatividad humana nos ha acompañado ancestralmente sirviendo como recurso para el desarrollo de los más primitivos medios de comunicación a distancia al poder hacer señales de humo o encendidos concatenados de antorchas, pero también simbolizando la iluminación y el conocimiento para la mayoría de las culturas, sentido que ha logrado trascender hacia nuestra modernidad con un legado semiótico que aún sigue presente ante cada olimpíada y fomentara el desarrollo artístico, entre otros no tan nobles planes, de los propios fuegos artificiales.

 
 
 
 
Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Art. actualizado: Feb. 2024; sobre el original de diciembre, 2011.
Datos para citar en modelo APA: Cuoghi, S. (Feb. 2024). Importancia del Fuego. Significado.com. Desde https://significado.com/im-fuego/
 

Referencias

Campa, V. P. (2008). Las dos caras del fuego: Invitando a reflexionar sobre la “cara buena” y la “cara mala” del fuego. The Nature Conservancy. Arlington, VA.

Castellnou, M., Nebot, E., & Miralles, M. (2007, May). El papel del fuego en la gestión del paisaje. In 4th International Wildland Fire Conference, Seville, Spain (pp. 13- 17).

Goudsblom, J. (1995). Fuego y civilización. Andrés Bello.

    Comentarios

  • Fanny Peraza Abr., 2022

    Excelente..!

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