Importancia del Autocontrol

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

Tener la capacidad de amoldarnos permanentemente a las circunstancias que se presentan a lo largo del día, y no salir corriendo en el intento, depende de un complejo engranaje entre diversas funciones y estructuras mentales que nos permiten poseer la habilidad del autocontrol a partir de la evolución de la corteza prefrontal, como responsable de la toma de decisiones, la planificación a largo plazo y la inhibición de los impulsos.

A su vez, intervienen todos estos otros factores:
1) La autoconciencia sobre las propias emociones, impulsos y deseos, facilitando el reconocer las situaciones en las que debemos moderar nuestras reacciones.
2) La regulación emocional, partiendo desde la comprensión de las causas de las emociones hacia el desarrollo de los modos más saludables de lidiar con ellas.
3) La atención selectiva, a través de enfocarnos hacia el alcance de metas concretas a mediano y largo plazo, descartando las opciones que nos impulsen hacia efímeras recompensas instantáneas que alteran la correcta regulación de los neurotransmisores, como la adrenalina, la dopamina, la serotonina y el cortisol, aprendiendo así a discernir lo verdaderamente importante para la consolidación de resultados más beneficiosos.
4) La inhibición de respuestas automáticas, instintivas o impulsivas, deteniéndonos antes de actuar, lo que permite tomar decisiones de manera consciente.
5) La autorregulación implicada en el establecimiento de metas y la realización y ejecución de planes, por encima de las distracciones, normalmente descrita como voluntad.

Continuando con los aspectos psicológicamente subyacentes que posibilitan el autocontrol, contamos también con:
6) La autoevaluación, capacitándonos para evaluar y valorar en justa medida nuestras acciones y decisiones, en función de las metas planteadas y en concordancia con los valores que tengamos, sirviéndonos también de guía para ajustar el comportamiento.
7) La autoeficacia, basada en las propias creencias sobre la capacidad que tenemos para afrontar las cosas y mantener el control sobre nosotros mismos, punto clave sobre el que operan también las creencias limitantes.
8) La toma de decisiones, asertivas por medio de hacernos conscientes y reflexivos ante los hechos.
9) La flexibilidad cognitiva que podamos permitirnos al hacernos conscientes de nuestras propias limitaciones y errores, por medio de la adopción de los aprendizajes necesarios que nos orienten hacia el cambio de los patrones mentales y de conducta cada vez que sea requerido, en pro de lograr adaptarnos a las diversas situaciones.
10) La capacidad de aplazar la gratificación inmediata, prefiriendo de manera consciente el alcance de la recompensa tras períodos de acción más largos, cultivando con ello también la paciencia.

¿Desarrollo natural o habilidad aprendida?

Como la gran mayoría de las habilidades mentales, el autocontrol inicia su proceso de desarrollo a medida que avanza el proceso de maduración de las diversas áreas del cerebro, siendo que según el criterio de Piaget, éste fenómeno ocurre durante la etapa de operaciones concretas que se desarrolla entre los 7 y 12 años de edad, a medida que los niños van comprendiendo las consecuencias de sus actos, hecho que Kohlberg describió como la etapa del desarrollo moral en la cual las normas sociales pasan a ser internalizadas por el individuo, ante lo que Vygotsky puntualiza el impacto que tiene la interacción social para el desarrollo de los mecanismos de autocontrol, quedando completamente expuesto que, si bien se trata de un conjunto de herramientas propias de la actividad cerebral humana, su desarrollo y desempeño pueden variar tanto por condiciones biológicas como por las circunstancias sociales.

El impacto de perder los estribos con facilidad

Tener deficiencias en el autocontrol, sea por las razones que fuese, se torna una fuente permanente de conflictos que trascienden desde lo intrapersonal hacia cualquier área de la vida, como por ejemplo ocasionando daños en las relaciones con otras personas como consecuencias de un carácter voluble que se expresa a través de discusiones y reacciones impulsivas, pero también puede ser condicionante en el desarrollo de conductas compulsivas como las adicciones, los excesos y los malos hábitos, repercutiendo considerablemente sobre la salud, las finanzas o hasta el desarrollo profesional y laboral de quien no logra manejar eficientemente sus emociones e impulsos.

Aprender a controlarse

El autocontrol es, por ende, una de las piezas claves en el crecimiento personal, de allí que muchas de sus estrategias partan de la premisa de fortalecer la base conductual de las personas, sugiriéndose entre los ejercicios más habituales y efectivos los siguientes:

1) La práctica de mindfulness y la meditación consciente para incrementar los niveles de autoconsciencia sobre los propios pensamientos y emociones.
2) Las diversas técnicas de respiración profunda con el propósito de asumir las emociones intensas con la mayor calma posible.
3) El posponer las gratificaciones y estímulos neuroquímicos de los mecanismos recompensa, lo que se traduce en esforzarnos por resistir a la tentación de efímera dicha de la inmediatez.
4) El desarrollo de visualizaciones sobre patrones de respuestas ecuánimes y calmadas con las cuales enfrentar los escenarios posibles.
5) La definición de metas concretas basadas en análisis realistas.
6) La identificación de patrones y áreas que puedan estar condicionando las reacciones y decisiones en aras de mejorar.
7) La planificación anticipada de las posibles respuestas con las cuales desenvolvernos en las situaciones más desafiantes.
8) El desarrollo de alguna actividad física de manera constante como agente regulador de los niveles de estrés.
9) El establecimiento de rutinas diarias en donde se incorporen lapsos para la autoreflexión, el descanso que se requiera y la canalización del estrés.

 
 
 
 
Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Art. actualizado: Agosto 2023; sobre el original de mayo, 2014.
Datos para citar en modelo APA: Cuoghi, S. (Agosto 2023). Importancia del Autocontrol. Significado.com. Desde https://significado.com/im-autocontrol/
 

Referencias

Becerra, I. G., & Soriano, M. C. L. (2000). Autocontrol a través de reglas que alteran la función. Psicothema, 12(3), 418-425.

Martínez, C. F. (1998). El autocontrol. Contaduría Universidad de Antioquia, (32), 121- 142.

Montgomery, W. (2008). Teoría, investigación y aplicaciones clínicas del autocontrol. Revista de investigación en psicología, 11(2), 215-225.

Rodríguez, T. R., Rodríguez, C. M. G., & Pérez, R. C. (2005). Técnicas de relajación y autocontrol emocional. MediSur, 3(3), 55-70.

Schneider, M., & Robin, A. (1990). “La técnica de la “tortuga”: Un método para el autocontrol de la conducta impulsiva”. T. Bonet (Comp.), Problemas psicológicos en la infancia. Valencia: Promolibro.

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