Importancia de los Recursos Naturales
Título de Profesora de Biología
La evolución tecnocrática de la humanidad ha dependido de un único factor esencial: el descubrimiento y comprensión de los diversos elementos disponibles en la naturaleza, para convertirlos en los recursos base en el desarrollo de innumerables materiales, productos e incluso las propias herramientas para su obtención a creciente escala. Desde la invención de la rueda, en donde se aprovechó la piedra modelándola a imagen y semejanza de lo que existía sólo en la imaginación de algún antepasado cavernario, hasta creación de los más novedosos polímeros en los laboratorios químicos de avanzada, absolutamente todos los recursos y el conocimiento físico y químico generado sobre ellos, ha procedido de lo que la propia naturaleza está compuesta.
Desarrollo y estilos de vida
Sin embargo, la distribución de los elementos y la configuración que estos toman al agruparse para generar nuevas formas de materia, depende a su vez de diversos factores originados por el ambiente, la geografía y las condiciones climáticas, produciendo como consecuencia una distribución no equitativa de cada tipo de recurso.
Dicha disparidad en la repartición de bienes a lo largo y ancho del planeta se terminó convirtiendo en la fuente de todos los males y disputas entre los diversos asentamientos humanos y, más actualmente, entre todas las naciones, dejando en evidencia la supremacía y poder que cada tipo de recurso natural puede conferir a su acreedor.
En función de los recursos existentes dentro de los límites de un Estado, sumado al grado de aprovechamiento que pueda hacerse de éstos, un país opta por generar sus propias dinámicas para el sustento de sus funciones particulares y el desarrollo de las condiciones necesarias que ofrezcan cierta calidad de vida en específico a sus habitantes, de allí que la posesión de recursos naturales se convierta en un hecho de vital importancia para la humanidad. Un ejemplo claro y continuo de ello a lo largo del último siglo y medio de nuestra era lo representa el petróleo y los métodos de explotación, con todo y sus cuestionables consecuencias para la propia naturaleza.
Naturalmente tecnológicos
A medida que los avances científicos revelan cada vez mayores posibilidades en el uso de los recursos obtenidos por gracia de la naturaleza, se hace también mayor la preocupación sobre las consecuencias de lo que esto representa, ya que si bien pareciera tratarse de recursos infinitos, la realidad dista contundentemente de esta ilusión, confrontando a las presentes y futuras generaciones a una creciente escasez de todo cuanto se ha hecho dependiente el ser humano moderno.
A partir de esta no tan lejana posibilidad, surge la necesidad imperante de volcar la tecnología y el conocimiento científico hasta ahora alcanzados hacia una nueva visión que permita: 1) el desarrollo de nuevos recursos en función de lo que ya se ha obtenido; 2) la reutilización de materiales, elementos y sustancias a medida que su función inicial haya sido cumplida; 3) la implementación de políticas y controles hacia mecanismos cada vez menos invasivos para la obtención de los recursos restantes en la naturaleza; y 4) el resarcimiento de las consecuencias e impactos ambientales que esta actividad humana ha tenido sobre el planeta.
Las finanzas de la naturaleza
Hasta hace apenas un par de décadas, absolutamente toda la economía global se encontraba centrada en las dinámicas comerciales entre las Naciones, por medio de los intercambios y mecanismos de compra-venta de los diversos recursos naturales obtenidos en sus territorios – especialmente los minerales y energéticos – y aunque en su mayoría la economía mundial aún dependa de ello, y así lo seguirá siendo por mucho tiempo más, se está haciendo cada vez más frecuente la estrategia de obtención de los bienes materiales por parte de las personas en individual, a partir del desarrollo de una economía basada en su propio intelecto, viendo cómo se transforma progresiva y rápidamente el conocimiento en una nueva fuente de recursos que bien pudiesen también ser considerados como naturales, por proceder directamente del medio orgánico que representa nuestro el cerebro.
Si bien pareciera en pequeña escala esta dinámica de la venta del conocimiento, no ser de gran importancia para la economía de las naciones, sumando cada una de las contribuciones educativas comienzan a brindar un peso considerable en la balanza financiera del mundo, incrementando la posibilidad no sólo de generar nuevos recursos económicos, sino su subsecuente incremento en la calidad de vida por medio de éstos lo cual a su vez se traduce en un potencial incremento en la adquisición de la materia creada tecnológicamente a partir de los recursos naturales y sus derivados, como parte de la relación interminable que la humanidad ha establecido con ellos.
Referencias
Altomonte, H., & Sánchez, R. (2016). Hacia una nueva gobernanza de los recursos naturales en América Latina y el Caribe. Cepal.
Brannlund, R., et all. (2005). Manual de economía ambiental y de los recursos naturales. Ediciones Paraninfo, SA.
Bruckmann, M. (2012). Recursos naturales y la geopolítica de la integración sudamericana. Instituto de Altos Estudios Nacionales, Universidad de Postgrado del Estado.
Córdova, R. R. (2002). Economía y recursos naturales (Vol. 34). Univ. Autònoma de Barcelona.
Origgi, L. F. (1993). Recursos naturales. Euned.
Owen, O. S. (1971). Conservación de recursos naturales. Editorial Pax México.
Art. actualizado: Marzo 2023; sobre el original de diciembre, 2012.
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