Importancia de las Relaciones humanas y tener una vida social

El hombre es un ser eminentemente social, necesita para sobrevivir, crecer, desarrollarse, y ser feliz, de su vinculación e interacción con sus pares. Las relaciones humanas son esenciales y responsables del éxito que una persona tenga en diversos aspectos de su vida, como así también el no tenerlas comprenden el fracaso y el aislamiento social.

El rol del núcleo familiar

Las primeras relaciones humanas que entablamos son con nuestra familia primaria: padres, hermanos, tíos, abuelos, y luego, a medida que vamos creciendo ese universo de relaciones se va agrandando y haciendo más complejo, con sus beneficios y desventajas, claro.

El grupo social primario al que pertenece la familia le brinda al ser humano apenas nacido la satisfacción de sus necesidades más básicas, la protección y la contención que a su corta edad demanda, requiriéndose de ellos para saciar las necesidades de alimento, abrigo e higiene hasta los años de vida en los cuales uno puede valerse por sí mismo.

Conocer nuevas personas, y manifestar la formación construida -y en permanente construcción-

En la adolescencia se vuelve una necesidad interactuar con otros pares, con los que compartimos los mismos problemas y alegrías, pero también con los adultos, padres y maestros, de los que recibimos órdenes, enseñanzas, y que debemos respetar en ese proceso de crecimiento y educación

Para poder realizar ello es necesario que el individuo sea capaz de establecer una comunicación, pudiendo ser de índole verbal como también no-verbal (mediante señas o gestos) siendo la forma en la que nos relacionamos con un sujeto emitiendo un mensaje y recibiendo una respuesta, e iniciando un intercambio de información que puede tener distintos tenores dependiendo de la necesidad que tengamos para realizar tal vínculo, pudiendo variar desde una simple operación comercial, hasta una implicar cuestiones afectivas y sentimentales. Si algo falla en este aspecto la relación con los otros se verá afectada en el plano que sea y por supuesto dificultará el desarrollo satisfactorio de la persona.

Desacuerdos que lastiman

Cuando las personas nos entendemos comunicándonos, más allá de compartir posiciones o no respecto de lo que pensamos, es posible que lleguemos a un acuerdo, pero si esto no sucede, ya sea por nuestra falta de comunicación o predisposición, o porque la otra persona nos lastima, estaremos frente a un grave problema

Hoy día, para definir esta última problemática de relaciones humanas se habla en términos de relaciones toxicas o tormentosas, y tal como su denominación nos lo anticipa se caracterizan justamente por producir efectos nocivos en el plano emocional, por ejemplo: estrés, tristeza, depresión, angustia, entre otros cuadros.

Esta situación puede darse en el marco de una relación de pareja, de amistad o familiar.

Uno de los integrantes de la pareja, un amigo, o un miembro de la familia desarrolla comportamientos inconvenientes que desencadenan una situación de vulnerabilidad psíquica en el otro, u otros, complicando el desarrollo normal de la relación y la estabilidad emocional de los implicados, obviamente.

El principal obstáculo al que uno se enfrenta cuando se está inmerso en una relación toxica es la imposibilidad de reconocerlo porque el amor, muchas veces, genera que no se pueda aceptar o querer ver la realidad: que esa relación nos hace mal

Así es que por más que que el resto nos lo diga nosotros no podemos asumirlo, situación que complica resolverlo.

El control excesivo en todo, la manipulación, el menosprecio y desprecio recibido por lo que se hace o dice, la discusión constante, las críticas hirientes, son algunas señales características de una relación toxica, y una advertencia para actuar ya antes que sea tarde…

En algunos casos, y con la ayuda de un profesional, es posible reparar una relación tóxica, ahora bien, cuando ello no es posible lo mejor es alejarse de esa persona.

Imágenes Fotolia: Veronika Kovaleva, Peter